domingo, 20 de enero de 2013

Un festejo de 15, cuando ya no tenés 15

La vez pasada estuve invitada a un cumpleaños de 15. Y la verdad llegué a la conclusión que pocas cosas en la vida son tan incómodas como estar invitado a una fiesta de 15 cuando ya los 15 se te pasaron hace raaaaato  -y parece mentira pero esa dosis de realidad te golpea en el medio de la recepción entre sandwiches y  canapés, menos mal (y esto es lo bueno), que hay alcohol para palear tanto realismo-.

Esta es la cuestión:

Situación: Festejo de cumpleaños de 15 de la hija de un pariente de mis padres. Fiesta con salón,vestido, foto, filmación, cintitas con anillos, música, todo, full, full.

Cuando uno está invitado a este tipo de eventos y la edad que uno tiene es doblemente superior, o casi supera al doble de esa edad o es superlativamente mayor (más de 45-50),  sentimos  todos sin excepción  la sensación que se nos pasó el cuarto de hora (pero mal eh!).
Esa sensación que la fiesta es para ellos, los "quinceañeros"; los jóvenes; los que tienen todo el tiempo del mundo y el mundo mismo por delante para hacer lo que quieran; los que están llenos de esperanzas....... y el resto estamos fuera, muertos,out, demodé, y qué se yo cuántas cosas más!.
No es que uno no lo pasé bien, o no se divierta, pero la "fiesta, fiesta" está del otro lado, y digo literalmente del otro lado, ¿o por qué se piensan que en los salones las mesas de los amigos de la festejada, estan en frente de las mesas de toda la parentela?, es para diferenciar los IN de los OUT, esta clarísimo.

Hay momentos que te demuestran que es así, que ya no estás para la joda, se entiende??, 

Cintitas para los varones, porque si había algún consuelo para los adultos que quedamos arafue de toda situación de la fiesta, es que los varones quinceañieros también quedaban a fuera de algo, ¡claro, de las cintitas  para sacar el anillo!, era genial, porque esos chicos irreverentes con toda su juventud a flor de piel, esta vez y por unos minutos quedaban del lado de los adultos, si si AFUERA, era balsámico para mí. Hasta que a algún revendo hijo de puta se le ocurrió pensar: pobres los chicos que no tienen cintitas para tirar, entonces que hacemos, una tirada de cintitas para varones. La gran puta, y ahora todos contentos no??.
Las chicas tiran primero, rompen el copón de vidrio que tiene las cintitas, tiran a la festejada de la silla donde esta parada para ganar altura, gritan un poco y listo. Ahora el turno de  los varones, mucho más tranquilos y menos histéricos, casi que no te das cuenta que les toca a ellos. Y después todo igual que siempre, foto aplauso y a otra cosa.

La fiesta no es sólo de la que cumple años: esto es así, una innovación que no sé sinceramente cuándo se dio. Los invitados pendejos son protagonistas casi casi como la misma cumplañera. Ya se usaba hace algunos años, que durante la fiesta se pase una filmación de la chica con sus amigas en alguna plaza o parque haciendo boludeces de adolescente, y ahora se usa que los mejores amigos digan unas palabras en honor a su amiga, esa parte es bastante divertida, porque los pibes se traban; se ahogan; les da vergüenza y se zarandean de un lado a otro; se miran entre sí para empezar y no arrancan más. Otra nueva es que la chica de 15 hace una coreografía con algunas amigas, entonces se da  que la fiesta no es sólo para ELLA,  sino también para todos sus amigos.

La música: esto fue, es y será así, la música es a gusto del que paga la fiesta, acá pagan la fiesta los padres, pero como la fiesta es de la nena ella elije, y claro esa es la debacle para los adultos. ¿Si yo pretendiera que se pase la música que a mi me gusta, sería muy pretencioso? no, es chiste, acá te la tenés que bancar y si querés bailar, adaptate a la tanda de música o temas que mejor te queden, o más te gusten que se va a hacer.

Además como si darse cuenta que  uno esta grande y que los 15 ya no vuelven fuera poco, hay cosas tradicionales que uno padece a citar:


El Maître (metre para los amigos), hay dos clases: el cara de culo, agreta, que más que dirigir la fiesta la gobierna (pero de manera autoritaria), no te deja bailar fuera de la pista, le jode que la gente esté parada dando vueltas cuando no hay tanda de baile, por él tendrías que estar sentado en la mesa, como en el cole, si querés fumar, ah bue.... ese es un tema, porque por supuesto no podés fumar adentro, entonces tenés que  pedirle casi permiso-por favor para poder ir para el parque del fondo a fumarte un pucho eso si, previa aclaración de que ya sos mayor de edad, sino no vas eh!.

Y también esta el , maître genio, ese que tiene toda la onda y le da un toque de gracia a la fiesta, ese que baila con los invitados; te incita a aplaudir; te dice que cualquier cosa vos pidas lo que quieras; es re copado pero... siempre hay un pero, como son maîtres y eso implica que son personas, no son perfectos; entonces pasa que de tanta buena onda se pasan y te rompen un poco los huevos, porque te obligan a bailar cuando no querés, te sacan de un  brazo para sumarte al trencito del carnaval carioca y eso. 




El que filma: por favor! alguien que lo saque de al lado mío cuando como; me río; bailo (mal por cierto); hago muecas que me hacen muy muy fea; miro mal a alguien o hablo mal de alguien mirándolo;  uno no puede hacer nada!!!!!!
Esta persecuta no es porque me sienta la más linda de la fiesta, lejos de eso, hay 100-150 invitados y parece que cada vez que levantas la vista esta ahí, no haciendo foco y filmándote a vos, pero si filmando todo y a todos, y de pasada o en primer plano siempre salís y mal obviamente.
El de la foto es parecido pero mientras saca la foto y el pibe que le sostiene el flash se acomoda como que te da tiempo a escapar.


En fin, hay cosas que uno no puede evitar, ir a una fiesta a pasarla bien y mal al mismo tiempo es una de esas cosas. Lo bueno y lo vuelvo a repetir hay alcohol y gratis para pasar la noche!
Mientras tanto amigos, sigamos rodando ..... hasta la próxima.



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